Consagración

Departamentos de iglesia 22 de junio de 2021

En medio de una pandemia que aparentemente se va, pero que aparece nuevamente y que todo continuara en un confinamiento que no sabemos cuándo terminara.

   Cuando comenzó esta pandemia en marzo del 2020 y nos resguardamos en casa, debimos aprovechar la oportunidad para poder meditar más en la palabra de nuestro Dios, teníamos o tenemos más tiempo para dedicar a su estudio y reflexión, para así consagrarnos y prepararnos para cuando ese gran acontecimiento que esperamos como Iglesia desde hace mucho tiempo, llegue y no nos tome por como un ladrón 1 Tesalonicenses 5: 1 – 8.

   Cuando Cristo vino por primera vez a este mundo, en forma de un niño nacido en un pesebre, muchos de los que pretendían estudiar su palabra, fueron sorprendidos por que no sabían los tiempos de su venida. Fueron unos extraños (Mateo 2: 1 – 6) que estaban más interesados en la venida del Mesías que su propio pueblo:

 “Cuando llegaron a la tierra de Israel… esperando que el nacimiento del Mesías seria el motivo de toda conversación. Para su gran asombro, no encontraron allí a nadie que pareciera saber nada del recién nacido Rey. DTG Cap. 6”,   

A pesar que la Biblia menciona donde nacería Miqueas 5: 2 – 5, que nacería de una virgen Isaías 7: 14, pero los “Sacerdotes, hacían alarde de su religión y de su piedad personal… Se jactaban orgullosamente de que el Mesías había de venir como Rey, para vencer a sus enemigos y hollar a los paganos en su iraDTG Cap. 6.

    El pueblo de Dios y sus dirigentes espirituales de aquella época, estaba más preocupado por otras cosas que por prepararse para la venida del Mesías; y hoy en día, no diferimos mucho de las personas de aquella época,  los fariseos, que eran los encargados de enseñar al pueblo y guiarlo a la fuente de la vida y la salvación, solo estaban preocupados para que fueran visto por las personas

 “Ay de vosotros, fariseos! que amáis las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas.” Lucas 11: 43.

Así como en nuestros días, muchos se preocupan más para que todos vean donde andan, cuáles son sus amistades, que compran, pero nunca nos preocupamos por mostrar a Cristo en nuestras vidas y lo que puede hacer para transformar las vidas de tantas personas necesitadas que hoy en día buscan con desesperación un alivio para sus almas, solo mostramos a quienes nos rodean cuan vacíos estamos. Las oportunidades extraordinarias que el cielo nos da, para mostrar la belleza del carácter de Cristo, así como la oportunidad que el rey Ezequías tubo de mostrar lo maravilloso, bueno, y gran Dios que tenía,  solo mostro las riquezas materiales que tenía:

El rey de Babilonia, envió mensajeros con cartas y presentes a Ezequías, porque había oído que Ezequías había caído enfermo. Y Ezequías los oyó, y les mostró toda la casa de sus tesoros, plata, oro, y especias, y ungüentos preciosos, y la casa de sus armas, y todo lo que había en sus tesoros; ninguna cosa quedó que Ezequías no les mostrase, así en su casa como en todos sus dominios. 2 Reyes 20: 12 – 13.

   Sabemos que vivimos en un mundo que nos envuelve y nos distrae, pero no debemos permitir que la oscuridad apague la luz de Cristo en nuestras vidas, nunca olvidar el milagro extraordinario que Dios ha hecho en nuestras vidas y nuestras familias al conocer de su gran amor, como pueblo de Dios tenemos una hermosa responsabilidad de mostrar la luz de Cristo Jesús.

     En estos momentos cuando vemos las señales inminentes de su gloriosa venida, es cuando más debemos consagrarnos, prepararnos para el regreso de nuestro Señor:

De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca, Mateo 24: 32.

No sea que nos pase como al pueblo de Dios es su primera venida, que unos extraños que no eran del pueblo de Dios, si sabían de los tiempos de su venida y ellos que tenían gran luz, nunca supieron cuando el Mesías estaría con ellos.

     Entreguemos nuestras vidas a Dios cada día, renovemos nuestras fuerzas al tomar el alimento espiritual que tanto necesita nuestra alma, consagrémonos y preparémonos para cuando este hermoso acontecimiento suceda.

Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro. Job 19: 27.

  Que podamos animarnos cada día con la esperanza de que Cristo viene pronto. 

Emmanuel Torres Frías

Anciano - IASD Narvarte

    3 comments

  • | 22 de junio de 2021 en 10:42 AM

    Así sea busquemos a Jesús cada día mientras pueda ser encontrado
    Gracias Hno Emmanuel por esta exhortación, bendiciones

  • | 22 de junio de 2021 en 11:00 AM

    Gracias Hmno. Emanuel, por su texto que nos ayuda a confiar en Dios y corresponder a su fidelidad participando en su obra, así como también en la difusión del Evangelio en grande campañas a nivel nacional para que muchas personas se unan al Pacto Eterno que Dios suscribe con toda la Humanidad.

  • | 22 de junio de 2021 en 1:07 PM

    Gracias hno. Emanuel
    Tenemos la oportunidad de consagrarnos mas a nuestro Dios en estos tiempos aun de confinamiento.
    Que nuestro deseo sea estar constantemente en oracion y estudio de su Palabra para prepararnos a su regreso!
    Gloria y honra a Dios!

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