Cuando enfrentamos tormentas...

Milagros de Jesús 27 de abril de 2021

Ánimo, señores! ¡Tenemos que vencer esta tormenta! Los discípulos trataban de animarse unos a otros, procurando calmar el fuerte miedo que crecía en sus propios corazones. La mayoría eran pescadores. Seguramente no era la primera tormenta que enfrentaban. Estaban acostumbrados. Sabían lo que debían hacer.

“El sol se había puesto y la negrura de la noche se asentó sobre el tormentoso mar. Las olas, agitadas por los furiosos vientos, se arrojaban bravías contra el barco de los discípulos y amenazaban hundirlo. Aquellos valientes pescadores habían pasado su vida sobre el lago, y habían guiado su embarcación a puerto seguro a través de muchas tempestades; pero ahora su fuerza y habilidad no valían nada. Se hallaban impotentes en las garras de la tempestad, y desesperaron al ver cómo su barco se anegaba.” DTG 301.2

Estaban dentro del barco en cumplimiento del mandato de su Maestro. Estaban en el lugar correcto, y, aun así, ¡estaban luchando por su vida!

¡Maestro, Maestro! Gritaron. Pero sus voces se perdían con el rugido del viento.  Escuchaban el rugido de la tormenta, pero ninguna respuesta de Jesús. ¿No se acordaba de ellos? ¿Los había abandonado en su angustia?

De pronto, gracias al fulgor de un relámpago, vieron que Jesús estaba dentro del barco. ¡Si, allí estaba Jesús! Estaba con ellos aquel que los podía salvar. Sin embargo, Jesús estaba durmiendo, como si nada estuviera ocurriendo, como si no le importara la tormenta, como si  no le importara el peligro mortal que amenazaba a sus discípulos.

“¡Maestro! ¿No tienes cuidado que perecemos?” (Marcos 4: 38), gritaron. ¿Por qué no despiertas? ¿No te preocupas por nosotros? ¿No te importamos? ¿No ves que estamos a punto de perecer?

Para los discípulos aquella tormenta era mucho más de lo que podían afrontar. Era mayor que todas sus fuerzas, sus capacidades y conocimientos. Pero para Jesús, el Creador del universo, Aquel que “puso límites al mar” y “da órdenes al sol”, no era un problema.

“Sus clamores despertaron a Jesús. Pero al iluminarle el resplandor del rayo, vieron la paz del cielo reflejada en su rostro; leyeron en su mirada un amor abnegado y tierno, y sus corazones se volvieron a él para exclamar: ‘Señor, sálvanos, que perecemos.’” DTG 302.1

Tal vez has pasado o estás pasando por una tormenta que supera tus fuerzas y tus capacidades. Tal vez tú también exclamas y gritas “¡Señor! ¡Sálvame, que perezco!

Cuando los discípulos clamaron, Jesús se levantó. De pie, en medio de sus discípulos, mientras la tempestad rugía, las olas rompían sobre ellos y el relámpago iluminaba su rostro, levantó la mano y dijo al mar airado: “Calla, enmudece”. DTG 302.3

La tempestad cesó. Las olas reposaron. El rugido del viento cesó. Las densas nubes se disiparon y las estrellas volvieron a resplandecer. Entonces Jesús volteó a verlos con amor, consternado y con un dejo de tristeza, les preguntó: “¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?” (Marcos 4: 40). No temas la tempestad que ruge a tu alrededor. Jesús está contigo. No dejes que te reprenda, Diciendo. “¿Por qué estás amedrentado? ¿Por qué tienes miedo? ¿Acaso no tienes fe?”

(Basado en Mateo 8:23-34 y DTG capítulo 35)

Félix Hadiel Cortés Valles

Primer Anciano - IASD Narvarte

    7 comments

  • | 27 de abril de 2021 en 3:00 PM

    Relato apropiado para que nuestra fe sea fortalecida en este tiempo de crisis y de prueba.
    Cristo Jesús nos inspira paz y confianza. Él está con nosotros!!!

    ¡Muchas gracias gracias Tito!

    • | 27 de abril de 2021 en 6:34 PM

      Hermosa reflexión en los tiempos de tormenta, nos enseña a ver qué la tempestad es pasajera y si ponemos los ojos en Cristo Jesús no hay por que temer
      Pues sus promesas y su misericordia son eternas y todo PASARÁ.

      Muchas gracias Tito.

  • | 27 de abril de 2021 en 3:24 PM

    Muchas gracias Tito muy bella reflexión me invita a recordar que la mano y la misericordia de Dios están siempre presentes aunque no lo veamos. El nos brinda su paz en medio de las tormentas diarias y en los días de calma.
    Alabado sea Dios por sus bondades.

  • | 27 de abril de 2021 en 3:26 PM

    Excelente tarde

  • | 27 de abril de 2021 en 5:02 PM

    Dios siempre al cuidado gracias hermano por recordarme que Dios esta ahí pese a las adversidades y nuestra de no decaiga amén y amen

  • | 27 de abril de 2021 en 5:03 PM

    Artículo, de fácil lectura y apropiado para tanto pánico provocado por las noticia internas y externageacias Hmno. Tito

  • | 30 de abril de 2021 en 8:53 PM

    Jesús durmiendo en la tormenta. Señor, danos esa paz cuando la tormenta azote. Gracias, Tito.

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