Transcurría el mes de mayo de 1973. En el cerro cuya pendiente de 1km aproximadamente, que escalando se lleva 2 horas; el fuego avanzaba rápidamente, la flora, fauna, así como un pequeño poblado a escasos kilómetros de distancia estaban en peligro.
El responsable del poblado hizo un llamado a todos los varones que estuvieran dispuestos a colaborar; organizaron grupos fueron a combatir el incendio; los jóvenes se encontraban en la parte más peligrosa. En un punto estratégico, un grupo de cuatro personas de edad avanzada, ellos cumplían una función muy importante: ser centinelas. Debian estar muy atentos y si veían que el fuego se aproximaba y sus compañeros corrían peligro, gritarían fuertemente advirtiendo para que ellos salieran rápidamente y salvaran su vida.
A pocos minutos lo temido sucedió, el fuego comenzó a salir de control, consumiendo todo a su paso y avanzaba en dirección de los combatientes.
Muy rápido, los centinelas comenzaron a gritar fuertemente: ¡Es momento de salir! ¡corran! y una segunda vez con mayor esfuerzo gritaban: ¡salgan! ¡El fuego está llegando!
Era el segundo llamado, el grupo de centinelas debía apartarse del lugar y salir por que el fuego llegaría al lugar donde se encontraban y de no salir a tiempo corrían peligro. Cuando estaban por correr a un lugar seguro, el responsable de la comunidad, dijo: No escuché en ningún momento la respuesta de los jóvenes, es posiblemente el ruido de la hojarasca y el estrépito de las llamas impidieron escuchar el grito de los centinelas. ¡No podrán salir!
Así, que en un tercer llamado lleno de desesperación y con dificultad por que el humo había invadido la zona; gritó ¡salgan! por favor salgan!
Y fue en ese llamado que los 25 jóvenes escucharon, respondieron y comenzaron a salir, de manera desesperada, dejando sus pertenencias, porque el fuego había llegado, muchos sufrieron daños severos a causa del humo provocado por el incendio, con grandes esfuerzos corrieron a un lugar seguro y evitaron morir calcinados. Gracias a ese, ¡último llamado de advertencia!
Antes del diluvio, Dios mando a Noé a dar aviso al mundo, para que los hombres fueran llevados al arrepentimiento y para que así escaparan a la destrucción.
A media que se aproxima el momento de la segunda venida de Cristo, El Señor envía a sus siervos al mundo con una amonestación para que los hombres se preparen para ese gran acontecimiento. En los días de Noé, los filósofos declararon que era imposible que el mundo fuera destruido por agua, […] cuando los temores del pueblo se habían tranquilizado, cuando todos consideraban que la profecía de Noé era un engaño, y le llamaban fanático, entonces llegó la hora de Dios». (PP).87-89.
Esta experiencia ejemplifica lo valioso que es el último llamado, te invito a estar atento y despojarte de aquello impide acercarte y prepararte para el encuentro con Jesús. Presta oído al último llamado de advertencia, ¡puede ser hoy!
Tu vida está en peligro.
Dios quiere darte vida eterna ¿Cuál será tu decisión?
En la casa de mi Padre hay lugar para todos. Si no fuera cierto, no les habría dicho que voy allá a prepararles un lugar. Juan 14:2 (TLA).

5 comments
Muchísimas gracias Janeth, excelente reflexión. Una gran invitación para estar en contacto con nuestro creador.
Mil gracias Janeth por todo el labor que haces para la causa de Cristo. Gracias por ser una centinela. Dios te bendiga.
Extraordinaria reflexión. Seamos como esos 4 abuelitos que con gallardía, fuerza y valor, que con el corazón tuvieron la dicha de dar ese último grito a favor de los jóvenes. Gritemos a los 4 vientos que Cristo viene pronto!
Muchas gracias por la reflexión!!!
Excelente reflexión estamos en la etapa del fuerte pregón alistemonos prediquemos por testimonios entonses vendrá el fin gracias por el ejemplo y la historia bendiciones
A pesar de los escépticos, incrédulos y de nuestra propia zona de confort, debemos consagrarnos a la obra del Señor, con la ayuda del Espíritu de Dios, todos los días reavivar la misión que cada uno deba de hacer.